Rincones, Historias y Mitos de Buenos Aires

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Plaza Sicilia ¿La historia la escriben los vencedores?


La plaza ubicada en la av. Sarmiento y av. Libertador frente al zoológico, donde se encontraba la quinta de don Juan Manuel de Rosas, guarda una serie de datos que refieren a la historia de la batalla de Caseros


   La historia argentina tiene la característica de ser tan pasional que, a veces, en nombre de la casualidad, las distintas ideas y frentes dejan huella en la ciudad de Buenos Aires.

   En los lagos de Palermo, se encuentra una plaza que a simple vista es una más del gran pulmón verde de la ciudad. Es la plaza Sicilia, un amplio espacio verde circundado por las avenidas Libertador, Sarmiento, Berro y Casares; allí está ubicado también el Jardín Japonés. En ella hay una calesita y un lago donde nóveles pescadores realizan allí sus prácticas antes de internarse a los ríos del país.

   En la plaza también hay una estatua muy peculiar, es la de caperucita roja, realizada por un escultor francés. Hay pocos monumentos que evoquen el cuento infantil, fue colocado porque no hay lugar mejor para ubicar a caperucita y el lobo feroz como los bosques de Palermo.

   Por ello quién se interna en el parque, no verá nada fuera de lo común, verde y monumentos; pero su historia es muy peculiar. En aquella plaza se encontraba hace más de 150 años la quinta del gobernador de Buenos Aires don Juan Manuel de Rosas.

   La quinta de Rosas poseía una casa amplia, con un gran patio central y galerías con muchas columnas en el exterior. La extensión de los parques era de varias hectáreas; dentro de lo que era su terreno se encuentran el jardín botánico, el zoológico, la rural y los lagos de Palermo.

   El destino de la quinta y la historia de la actual plaza Sicilia debemos buscarlo en los hechos que sucedieron en los últimos años del gobierno de Rosas.

   Juan Manuel de Rosas, conocido como el restaurador de las leyes, fue una figura polémica por su forma de ejercer su gobierno y cosechó enemigos a los largo de su mandato, la mayoría de ellos se encontraban exiliados en Chile o Uruguay. Sin embargo la providencia hizo que el enemigo que lo iba a derrotar surgiera de las líneas federales, frente del cual el gobernador era el líder y caudillo máximo.

   En el año 1852 algunos caudillos federales del interior del país no estaban conformes con las últimas decisiones políticas que el gobernador de Buenos Aires había tomado, los exiliados liberales aprovecharon la situación para unirse a ellos, y buscar que brasileros y uruguayos se unieran con el objetivo común de sacar del gobierno a Rosas.

   Fue así que se gestó la formación de un ejército conformado por entrerrianos, uruguayos y algunos brasileros para combatir a los ejércitos de rosistas. El 3 de febrero de 1852 –es importante recordar esta fecha- se realizó la batalla de Caseros en la que finalmente Rosas fue derrotado y se dio fin a su gobierno de más de tres décadas. Luego de la derrota el gobernador se dirigió a Inglaterra y pasó el resto de su vida en Southampton.

   En la batalla de Caseros surgieron dos enemigos claros que salieron victoriosos, uno de ellos era su enemigo de armas, el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza que se iba a hacer cargo de Buenos Aires como jefe de la Confederación argentina. El otro, era un intelectual que desde Chile siempre escribió en contra de Rosas, era Domingo Faustino Sarmiento. Ambos fueron presidentes de la República y dejaron huella en la plaza Sicilia.

   Una de las primeras medidas de gobierno que tomó Urquiza luego de la victoria de la batalla de Caseros fue la expropiación de los bienes de Rosas, entre ellos figuraba la quinta de Palermo. En esa casa se instaló por muchos años el batallón y el arsenal del ejército argentino.

   La expropiación no es el único hecho sino que es el principio de una serie que nos llevará a lo que es hoy la plaza. Hemos dicho que tenemos que tener presente la fecha de la batalla de Caseros durante este relato. Si nos vamos a la provincia de Buenos Aires, la batalla de Caseros se realizó en la localidad de Caseros que se encuentra en el partido 3 de febrero; aquí la primera evocación a la victoria de Urquiza y Sarmiento sobre Rosas.

   Volviendo a Palermo, el presidente de la Nación Domingo Sarmiento crea el Zoológico y el Jardín Botánico, como así también, le encomienda al paisajista Carlos Thays el diseño de los bosques de Palermo. Hasta allí todo es normal, sin embargo el nombre que le pusieron a todo ese complejo es por lo menos sugestivo. El presidente denominó todo ese complejo como “Parque tres de febrero”; nuevamente se evoca la derrota de Rosas y, como corolario, en el lugar que fue su quinta.

   No termina allí la cosa, para condimentar el lugar, se decidió derribar la casa de la quinta para hacer un parque público, el día de la demolición también es “coincidente”, fue el 3 de febrero de 1899. También la avenida principal que cruza lo que fue la quinta de Rosas es peculiar, es la avenida Sarmiento.

   Sobre la av. Sarmiento en la intersección con la av. Figueroa Alcorta se levantó un monumento imponente homenajeando a Urquiza, el caudillo que derrotó a Rosas en la batalla de Caseros. Si se presta atención la estatua, se lo ve al entrerriano contemplativo y su caballo en dirección al centro de la ciudad, pareciera la entrada triunfal a Buenos Aires luego de la batalla que derrotó al restaurador haciendo parada y dirigiendo su mirada hacia la quinta, como si estuviera observando las tierras privadas del derrotado.

   El corolario final al homenaje de los hombres liberales que derrotaron a Rosas, lo podemos ver en lo que fue el solar del dormitorio de Juan Manuel de Rosas en su quinta. En ese lugar –queda en la esquina de la av. Libertador y la av. Sarmiento- se instaló un monumento cuyo autor es Rodín, el mismo que esculpió el famoso “Pensador”.

   Si bien es una obra de arte y no tiene nada fuera de lo común instalar una estatua en donde estuvo ubicado el dormitorio de Rosas, lo peculiar es de quien es ese monumento, pues corresponde nada más ni nada menos a Domingo Sarmiento.

   Esa última coincidencia es la que despierta los pensamientos de que hubo suspicacias en la planificación de la creación de la plaza Sicilia, pues en el mismo dormitorio de Rosas se instaló la estatua de Sarmiento, como quitando el sueño al gobernador en la eternidad.

   Así quedó la plaza donde estuvo ubicada la quinta de Rosas, con una avenida y monumentos que evocan a sus enemigos y con el nombre que homenajea la fecha en que se dio la batalla final que terminó con su gobierno.

   Juan Manuel de Rosas murió en su lugar de exilio, Southampton, y fue enterrado allí. Nunca más había vuelto a su patria. Un siglo y medio después de la batalla de Caseros, en un “proceso de pacificación con la historia”, el gobierno del presidente Carlos Menem repatrió los restos del caudillo federal y éstos fueron depositaron en el cementerio de la Recoleta.

   Tiempo después, en la transición del gobierno entre Menem y de la Rúa, continuando con ese proceso de pacificación de la historia, se erigió un monumento a Juan Manuel de Rosas en la esquina de enfrente en diagonal al monumento de Sarmiento.

   Ese monumento muestra a Rosas con su chambergo y en posición de paso rápido sobre su caballo en dirección hacia su habitación, como llegando de sus quehaceres para ingresar a su propiedad y su figura lo muestra en autoridad de recuperar lo que se le ha quitado. Es así como, en forma romántica, se le da fin a la dicotomía entre Rosas y Sarmiento – Urquiza, tratando de cerrar una etapa de pasiones de un momento de la historia argentina.

   A pesar de que hoy existe un monumento a Rosas y sin entrar en valoraciones políticas; cuando paseo por los bosques de Palermo, observo sus monumentos, sus avenidas y escucho el nombre de parque tres de febrero, es en ese momento en que mi cabeza no puede dejar de hacer siempre la misma pregunta, la historia… ¿la escriben los vencedores?

Wenceslao Wernicke

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11 comentarios:

  1. En mi humilde opinión, la historia la escriben los vencedores siempre y cuando tengan quién la escriba. Rosas fue el vencedor durante más de 20 años, pero consideraba abiertamente que cualquier persona con pretensiones intelectuales era un potencial enemigo. El brigadier no tuvo quien lo escriba. Recién 100 años más tarde algunos intelectuales nacional-peronistas lo reivindicaron. Cosa que no hizo ni el mismo Perón, que al comprarle los ferrocarriles a los ingleses les puso nombres como Urquiza y Sarmiento. Esta corriente de pensamiento -llamada revisionismo histórico- consiste casi exclusivamente en hablar mal de Sarmiento: que entregó la Patagonia, que quería exterminar al gaucho, y otras sandeces. Y ha tenido un éxito formidable entre quienes creen que Belgrano inventó la bandera y Sarmiento inventó la escuela.
    Excelente tu blog, un lujo, debería tener mil visitas diarias.

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  2. La historia la escriben los vencedores... por un tiempo; pero a la larga, poco a poco, la luz se va haciendo y la verdad aparece.

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  3. a mi me aterra un poco ver la cantidad de demoliciones que se les ocurre hacer a nuestros politicos para "crear" alguna genialidad en la ciudad, Buenos Aires actualmente es sucia y desordenada a la vista y para encontrar o recorrer historia, salvo en San Telmo, los demas barrios tenes que ir con lupa y eso es porque la berretada moderna y la falta de planeamiento y control tapa todo cada dia mas. La zona de Plaza Miserere que esta llena de historia, es como llegar a un lugar que hace 3 dias fue invadido por el task force norteamericano, los edificios negros, sucios, descuidados, rotos, casas tomadas, todo lleno de vendedores por la calle, mugre, cartoneros, pibes dandose con pegamento, chorros... asi quieren llevar una ciudad adelante? asi quieren conservar la historia? hay barrios como Lugano que nunca se hablan y estan llenos de historia tambien...

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  4. Muy interesante, muchas gracias por compartilo el artículo.
    Ahora más que nunca estoy interesada en la historia de Buenos Aires, ya que estoy viviendo por un tiempo en un alquiler temporario en capital federal, y bueno, asociar las calles y lugares que recorro con su historia... es una combianacion deliciosa!
    Muchcas gracias nuevamente,
    saludos!

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  5. VIVA EL GENERAL URQUIZA! VIVA EL FEDERALISMO!
    EL PUEBLO ARGENTINO ACLAMA TU VICTORIA CONTRA EL TIRANO DE ROSAS!

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  6. Linda plaza para ImaginArte una Argentina unida y futuro cada día mejor para el Pueblo Argentino, sin guerras de vencedores ni vencidos sino unidos por nuestras coincidencias porque seguro que si queremos podemos!
    aaaaa y una buena propuesta para empezar sería actualizarle alguna palabrita a nuestro himno para que nos identifique con esto.. en vez de "o juremos con gloria morir" ya no sigamos muriendo cantemos a viva voz "Coronados de gloria vivamos y juremos con gloria vivir" que la vida es corta muchachos para perder el tiempo peleando.

    Saludos Cordiales!!

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  7. es terrible como se destroza la historia! porque se nos quitó el gust de poder ver y disfrutar de todas esa edificaciones que fueron parte de la historia siendo un pais TAN grande donde se puede edificar cosas nuevas sin desaparecer las antiguas? los palacios de las antiguas familias que fueron parte importante de la historia hoy son sede de cualquier porqueria, un dia de estos el cabildo se convierte en un Mc. Donall.

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  8. Muy bueno. Un día fui a ver esos monumentos. Cruzando Av. Sarmiento frente al monumento homónimo, hay uno del rey Carlos III de España y una placa reza: Carlos III creador del Virreynato del Río de la Plata. Me resultó curioso un monumento en honor al rey contra el cual lucharon y murieron tantos patriotas.

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  9. Muy bueno. Un día fui a ver esos monumentos. Cruzando Av. Sarmiento frente al monumento homónimo, hay uno del rey Carlos III de España y una placa reza: Carlos III creador del Virreynato del Río de la Plata. Me resultó curioso un monumento en honor al rey contra el cual lucharon y murieron tantos patriotas.

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  10. Muy bueno. Un día fui a ver esos monumentos. Cruzando Av. Sarmiento frente al monumento homónimo, hay uno del rey Carlos III de España y una placa reza: Carlos III creador del Virreynato del Río de la Plata. Me resultó curioso un monumento en honor al rey contra el cual lucharon y murieron tantos patriotas.

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